Un territorio que crece de forma desigual

 Un territorio que crece en forma desigual.

A mediados del siglo XIX la población comenzó a concentrarse en la región del litoral, esto

se debió a que así se daba el mayor desarrollo económico porque esta era la zona en la que se producía la mayor cantidad de bienes que se vendían en el exterior.

La instalación de colonias agrícolas en las provincias de la región acentuó esta tendencia sobre todo por el aporte que implicó la inmigración al crecimiento de la población.

Sin embargo, todavía para la década de 1850 y aún en la siguiente la mayor cantidad de población se situaba en la región del noroeste, por la importancia que habían adquirido los territorios y las rutas relacionados con el alto Perú.

Para responder a la demanda de productos primarios por parte de los países europeos, los gobiernos del periodo 1860 debieron hacer frente a la escasez de la mano de obra, la incorporación de nuevas tierras para la producción, la necesidad de infraestructura para facilitar la circulación de bienes y personas y la vinculación de las economías regionales.

El crecimiento agrícola requería de un mayor número de trabajadores que la Argentina no poseía. Ante esta problemática el estado implementó programas para atraer inmigrantes, quienes recibieron tierras y subsidios para la explotación agrícola en la zona del litoral. Las tierras bonaerenses eran propiedad de grandes estancieros que no propiciaron la subdivisión y la instalación de colonias agrícolas, por lo cual en esta zona los inmigrantes fueron arrendatarios o peones de dichos latifundistas.

El estado representaba a este sector terrateniente exportador, así como los intereses extranjeros ligados al modelo económico.  A medida que los grupos medios urbanos y rurales aumentaban su volumen, se iban estructurando y expresando presiones sociales para una mayor participación en la actividad política.

La expansión de la economía agroexportadora estímulo el incipiente desarrollo de actividades industriales, especialmente las vinculadas a los productos exportables y el sector de servicios. Hacia fines del siglo, la población de trabajadores se hallaba repartida por partes iguales entre las actividades agropecuarias, la industria, los servicios y los trabajos temporarios.